CURIOSIDADES
CURIOSIDADES DEL BARRIO PESQUERO
El Barrio Pesquero de Santander es un lugar lleno de vida, tradición y cultura, donde las calles, plazas y el mar se entrelazan en una historia compartida. Desde su flota pesquera, que ha sido el alma del barrio, hasta las calles emblemáticas que guardan el eco de generaciones de pescadores y marineros, cada rincón tiene una historia que contar. Este recorrido por el barrio nos llevará por sus lugares más representativos, descubriendo los secretos que hacen de este enclave un tesoro histórico y cultural en la ciudad.
FLOTA PESQUERA
Más sobre la Flota Pesquera
LA INFLUENCIA DE SOTILEZA
Más sobre la Influencia de Sotileza
En Santander, «Sotileza» no solo es un nombre literario, sino también un término local que alude a la parte más fina del hilo del aparejo de pescar, donde se ata el anzuelo, simbolizando habilidad y destreza. La novela, además de preservar el vocabulario marinero de la época, ofrece un retrato de un Santander ya desaparecido. Pereda incluyó un glosario al final de su obra para facilitar la comprensión de las expresiones locales. Los personajes de la novela, fundamentales en su trama, han dejado su huella en las calles del Barrio Pesquero, donde sus nombres perduran.
Calle Mocejón
Recibe su nombre de la familia Mocejón, una humilde familia de pescadores de la novela. El tío Mocejón y la Sargüeta son los padres de Carpia y Cleto, quienes acogen a la huérfana Silda, aunque la maltratan. Finalmente, Silda huye para llevar una vida libre entre los raqueros.
Calle Tío Mechelín
Tío Mechelín y tía Sidora son la familia de acogida definitiva de Silda, quienes la protegen y le dan el apodo de «Sotileza». Viven en la bodega de la misma casa que los Mocejón y son testigos del maltrato que sufrió la joven con ellos.
Plaza Cabildos
Este nombre hace referencia a los cabildos mencionados en la novela, que eran barrios de pescadores: el Cabildo de Arriba y el Cabildo de Abajo.
Plaza de Murgo
Murgo, junto con Sotileza, es uno de los personajes principales de la novela. Es un joven raquero semiabandonado que, a lo largo de la obra, crece y se transforma en un personaje central.
Calle Tío Trementorio
Esta calle toma su nombre de otro personaje de la obra de Pereda, del relato «La Leva», incluido en *Escenas Montañesas*. El Tío Trementorio, cuyo verdadero nombre es Miguel, era conocido por su corpulencia y su gran habilidad como remero y marinero.
NUESTRAS CALLES
Paseo Alberto Pico
En honor al párroco del Barrio Pesquero, fallecido en 2014, quien durante cuatro décadas se entregó por completo a la defensa de los derechos fundamentales de sus feligreses, independientemente de que fueran creyentes o no.
Más sobre Paseo Alberto Pico
El Paseo Alberto Pico lleva el nombre de este emblemático sacerdote en reconocimiento a su labor incansable en el Barrio Pesquero. Nacido en Cuba de madre mexicana y padre cántabro, quedó huérfano siendo bebé y fue traído a España, donde fue criado por el sacerdote Feliciano Calvo. Para poder ver a su padre en Cuba, se hizo capellán de la marina mercante, y más tarde ejerció como cura en Laredo y en parroquias rurales, antes de llegar al Barrio Pesquero, donde dejó una huella imborrable.
A su muerte, el 2 de junio a los 82 años, se rindió homenaje a su vida de servicio con la creación del Premio Alberto Pico a la Solidaridad, y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, bautizó con su nombre un paseo y un parque en el Barrio Pesquero. Además, el Ministerio de Educación ya había reconocido su legado, dando su nombre al instituto del barrio, construido sobre terrenos que él mismo logró expropiar al obispado. Su funeral fue un evento multitudinario, con cientos de vecinos que, más allá de la ceremonia oficial, querían despedir a quien dedicó su vida a defender sus derechos y a mejorar sus condiciones de vida.
Calle Marqués de la Ensenada
La Calle Marqués de la Ensenada recibe su nombre en honor a uno de los barcos de la clase Oquendo de la Armada Española, así como al destacado Zenón de Somodevilla y Bengoechea, primer Marqués de la Ensenada.
Más sobré Calle Marqués de la Ensenada
Zenón de Somodevilla y Bengoechea (La Rioja, 20 de abril de 1702 – Valladolid, 2 de diciembre de 1781) fue un destacado estadista y político ilustrado español. A lo largo de su carrera, ocupó importantes cargos como secretario de Hacienda, Guerra y Marina e Indias. También fue nombrado sucesivamente superintendente general de Rentas, lugarteniente general del Almirantazgo, secretario de Estado, notario de los reinos de España, y recibió distinciones como Caballero del Toisón de Oro y de la Orden de Malta. Su influencia se extendió a través de tres reinados: Felipe V, Fernando VI y Carlos III.
Calle Miguel Bravo
La Calle Miguel Bravo honra a una figura clave en la historia del Barrio Pesquero. Nacido en Cantabria, este joven sacerdote dedicó su corta vida a servir a los más humildes, dejando un legado de solidaridad y compromiso social.
Más sobre Calle Miguel Bravo
Comprometido con las gentes humildes del valle, Miguel entregaba sus recursos a quien lo necesitaba, bajaba a los enfermos a Santander y recorría largas distancias para ofrecer misa y administrar los sacramentos, en ocasiones esquiando kilómetros. Mantenía una vida intelectual activa, dominando varios idiomas y coleccionando libros durante sus breves visitas a la ciudad.
A los 30 años, con la salud ya debilitada, fue asignado como coadjutor del Poblado Pesquero de Santander, donde enfrentó grandes retos y logró fundar una filial del Instituto de Enseñanza Media en el barrio. A pesar de su grave enfermedad renal, continuó sirviendo a su comunidad hasta su fallecimiento el 27 de febrero de 1967, un día antes de cumplir 36 años.
Calle Cardenal Herrera Oria
La calle lleva el nombre de Ángel Herrera Oria (Santander, 19 de diciembre de 1886 – Madrid, 28 de julio de 1968), un destacado periodista, jurista, político y sacerdote español, quien llegó a ser cardenal de la Iglesia Católica.
Más sobre Cardenal Herrera Oria
NUESTRAS CALLES DE SOTILEZA
Calle Mocejón
Recibe su nombre de la familia Mocejón, una humilde familia de pescadores de la novela. El tío Mocejón y la Sargüeta son los padres de Carpia y Cleto, quienes acogen a la huérfana Silda, aunque la maltratan. Finalmente, Silda huye para llevar una vida libre entre los raqueros.
Calle Tío Mechelín
Tío Mechelín y tía Sidora son la familia de acogida definitiva de Silda, quienes la protegen y le dan el apodo de «Sotileza». Viven en la bodega de la misma casa que los Mocejón y son testigos del maltrato que sufrió la joven con ellos.
Plaza Cabildos
Este nombre hace referencia a los cabildos mencionados en la novela, que eran barrios de pescadores: el Cabildo de Arriba y el Cabildo de Abajo.
Plaza de Murgo
Murgo, junto con Sotileza, es uno de los personajes principales de la novela. Es un joven raquero semiabandonado que, a lo largo de la obra, crece y se transforma en un personaje central.
Calle Tío Trementorio
Esta calle toma su nombre de otro personaje de la obra de Pereda, del relato «La Leva», incluido en *Escenas Montañesas*. El Tío Trementorio, cuyo verdadero nombre es Miguel, era conocido por su corpulencia y su gran habilidad como remero y marinero.